Ediciones >> Volumen 24, Nº 76

Año 2018
ISSN 2469-1550

 

ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

Evaluación de niveles de ganancia ósea en injertos de seno maxilar con apertura lateral. Estudio tomográfico

Evaluation of bone gain in maxillary sinus lifting with lateral bone-wall window technique. Tomographic study

Autores:
Cabrera, Daniel(1), Tahhan, Marcelo(2), Marengo, Hugo(3), Ibáñez Juan Carlos(4)

(1) Odontólogo práctica privada. Especialista en Implantología Oral de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Córdoba y el Círculo Odontológico de Córdoba, Argentina.
(2) Exprofesor de la Carrera de Especialización en Implantología Oral de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina.
(3) Profesor de la Carrera de Especialización en Implantología Oral de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina.
(4) Doctor en Odontología. Director y Profesor de la Carrera de Especialización en Implantología Oral de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Córdoba y el Círculo Odontológico de Córdoba, Argentina.

Correspondencia e-mail: carlosdanielcabrera@hotmail.com

 

 



 

RESUMEN

Objetivo: Determinar volumen y altura luego de la aplicación de biomateriales en relleno de seno maxilar por abordaje lateral, valorando la influencia de la altura inicial, cantidad de biomaterial, tamaño granular, género y edad.
Materiales y Métodos: Se estudiaron 44 tomografías de haz cónico de 22 pacientes de ambos sexos, 22 prequirúrgicas y 22 post, se utilizó Bio-Oss y Bio-Guide. En las TCHC pre se midió altura crestal, en las post largo, ancho y alto.
Estadística Student, Kruskal Wallis y ANOVA de una sola vía.
Resultados: El volumen medio obtenido fue 1.639 mm3, la altura final media 10,85 mm. No hubo diferencias significativas contrastando volumen de injerto y altura vertical final vs. altura inicial (p=0,313) (p=0,552). Los volúmenes de los injertos se diferenciaron significativamente de acuerdo con la altura del reborde alveolar final (p=0,001) y la cantidad de biomaterial (p=0,019).
Hubo diferencias entre la altura final del reborde y la cantidad de biomaterial injertado (p=0,013). El tamaño de las partículas no influyó significativamente con el volumen del injerto (p=0,946) ni con la altura del reborde final (p=0,763). El volumen medio en varones fue 2.117 mm3 +/-630,0 en mujeres 1.308 mm3 +/-648,5 con diferencias significativas (p=0,009). La altura final en los varones 12,14 mm +/-1,96 en mujeres 9,95 mm +/-1,55 con diferencias significativas (p=0,008). La edad no influyó significativamente sobre el volumen (p=0,818) ni las alturas finales (p=0,962).
Conclusión: Volúmenes y altura final de los injertos aumentaron el reborde inicial, lográndose mayores valores en varones. Altura inicial, tamaño granular y edad no influyeron significativamente, sí la cantidad de material utilizado y el sexo.
Palabras Clave: elevación de seno maxilar - injerto óseo - tomografía - ventana lateral.

 

ABSTRACT

Objective: To determine volume and height after the application of biomaterials in sinus by lateral approach. To assess the influence of initial height, quantity of biomaterial, granular size, gender and age.
Materials and Methods: 44 tomographies of 22 patients of both genders were studied, 22 pre-surgical and 22 post. Bio-Oss and Bio-Guide was used. In presurgical TCHC crestal height was measured, in post surgical ones lengh, width and high. Student Test, Kruskal Wallis and One-way ANOVA were used for statistic.
Results: Average volume obtained was 1,639 mm3 and average final height 10.85 mm. There were no significant differences contrasting graft volume and final vertical height vs initial height (p= 0.313) (p= 0.552). The volume of the grafts were statistic significant according to the final alveolar ridge height (p= 0.001) and the amount of biomaterial (p= 0.019).  There were differences between the height of the final ridge and the amount of grafted biomaterial (p= 0.013). The size of the particles did not significantly influence the graft volume (p= 0.946) or the height of the final ridge (p= 0.763). The mean volume in males was 2,117 mm3 +/- 630.0 in women 1,308 mm3 +/- 648.5 with significant differences (p= 0.009). The final height in males 12.14 mm +/- 1.96 in women 9.95 mm +/- 1.55 with significant differences (p= 0.008). Age did not have significantly influence in final volume (p= 0.818) or final height (p= 0.962).
Conclusion: Volume and final height of the grafts increased the initial ridge, achieving higher values for men. Initial height, particle size and age did not have significantly influence, the amount of material used and gender did have.
Key words: maxillary sinus lift - bone graft - tomography - lateral window.


INTRODUCCIÓN

Las reabsorciones inevitables de los rebordes alveolares residuales y la posterior neumatización de los senos maxilares, luego de las extracciones de los elementos dentarios, plantearon la necesidad de buscar técnicas quirúrgicas y materiales alternativos para aumentar la cantidad de hueso y posibilitar así la instalación de implantes dentales estables en el tiempo.
La reposición de piezas dentarias del sector posterior superior es un hecho bastante frecuente en la consulta implantológica actual[1]. Las características anatómicas del sector en relación con la topografía que involucra las diferentes formas y niveles de neumatización del seno maxilar, las variaciones de la mucosa del mismo[2] y las características del proceso reabsortivo de la zona[3] generan dificultades en la planificación de la rehabilitación implantológica[4].
Numerosos autores han estudiado y clasificado las disposiciones que el seno maxilar y el hueso alveolar tienen o adquieren luego de la extracción del grupo intermedio o molar superior[5, 6] como así también analizan las características degenerativas posextracción del alvéolo[3]. La mayoría de ellos coinciden en que el volumen óseo local se reduce tanto en ancho como en alto[7, 8], los mayores cambios atróficos se producen en los primeros meses posextracción. Van der Weijden[8] afirma que la reducción se acerca al 50% en los primeros tres meses de efectuados la o las extracciones dentarias.
Ji-Young y col.[2] consideran en sus estudios la importancia del análisis de las características de la membrana del seno maxilar para garantizar el éxito del tratamiento. Esta situación genera una serie de dificultades durante el proceso de instalación y osteointegración de implantes dentales, donde se hace evidente la necesidad de un buen soporte óseo y zonas liberadas de accidentes topográficos.
Los primeros procedimientos de abordaje de seno por vía lateral con hueso autólogo reportaban mayor reabsorción ósea y transmisión de enfermedades infecto contagiosas[9, 10]..Actualmente, se desarrollan diferentes procedimientos con altos valores de éxitos tendientes a sortear una o ambas dificultades, como son la antrostomía con abordaje lateral con y sin colocación implante y la microelevación con osteótomos desde oclusal[11, 12, 13].
Misch considera a los niveles de la altura de la cresta alveolar de la zona edéntula como determinante en el tratamiento y el éxito de los futuros implantes dentales[1]. Para Misch y Jensen[1, 14], tanto la selección de la técnica de abordaje lateral u oclusal y la definición de uno o dos estadios dependen del análisis exhaustivo de dichos niveles.
Así también, algunos autores indican que luego de la aplicación de técnicas de levantamiento de piso de seno y rellenos óseos[15, 16] se deben efectuar mediciones que determinen las ganancias reales de altura obtenida[17].
La elevación de seno por vía lateral es considerada como una maniobra quirúrgica de elección y es un procedimiento con una baja prevalencia de complicaciones. Se puede destacar como complicación intraoperatoria la perforación de la membrana de Schneider en un 7% a un 35%, según la técnica de osteotomía que se utilice, ya sea la rotatoria o la osteotomía utilizando un generador de ultrasonido, o piezo surgery, cuya principal ventaja es precisamente disminuir el daño a los tejidos blandos[18].
El biomaterial más estudiado para el de relleno óseo luego de la elevación de seno maxilar es Bio-Oss, una hidroxiapatita natural macroporosa de origen bovino que presenta semejanza con el hueso humano. Se incorpora al proceso natural de modelado y remodelado óseo. Su estructura es altamente porosa y brinda espacio suficiente para que se formen los vasos sanguíneos (angiogénesis) y se deposite hueso nuevo (osteogénesis). La microestructura de la superficie permite una penetración óptima de los osteoblastos, que son los responsables de la formación de hueso. De ese modo, sus partículas se convierten en parte integrante del tejido óseo en formación. Posee baja velocidad de conversión a hueso propio (remodelado), permitiendo estabilizar y mantener a largo plazo el volumen del injerto. En síntesis, las características de Bio-Oss son conservación del volumen, alta calidad del hueso, elevada osteoconducción y reabsorción lenta[19]. Numerosos autores confirman en estudios clínicos e histológicos la oseointegración lograda con Bio-Oss como material de relleno en procedimientos de elevación de seno maxilar, permitiendo posteriormente la colocación de implantes[20, 21, 22]. Beltrán y col. emplearon la combinación de Bio-Oss/Bio-Guide en estudios histológicos y determinaron la calidad de hueso formada con el empleo de estos biomateriales[23].
La determinación de la eficiencia y los niveles óseos posinjerto pueden realizarse mediante estudios tomográficos[24, 25]. Los estudios de tomografía axial computada (TAC) ofrecen información precisa -tanto en imagen como en mediciones- sobre los niveles de formación ósea en los procedimientos de levantamiento de piso de seno, en comparación con los estudios clásicos de radiografías periapicales y panorámicas[24]. Shanbhag y colaboradores realizan un estudio empleando tomografías computadas cone beam como método de diagnóstico en pacientes evaluados para la colocación de implantes en el maxilar posterior. Logran determinar la altura de la cresta residual, el grosor de la membrana sinusal del piso del seno maxilar, como así también la permeabilidad ostium[26]. Asimismo, con las tomografías de cone beam permiten valorar en forma cuantitativa los cambios a largo plazo en zonas injertadas del maxilar póstero superior[27].
Las tomografías axiales computadas juegan un papel importante en la determinación de la calidad del hueso en el maxilar posterior y, además, guían en forma precisa el planeamiento de los protocolos quirúrgicos que el operador dispone para la elevación del seno maxilar[28].
Debido a la posibilidad de rehabilitar con implantes oseointegrados sectores posteriores con escaso remanente óseo, tratados luego de procedimientos de relleno de seno maxilar con materiales de injertos, es necesario conocer la ganancia de hueso en altura, como así también de volumen óseo, tras dicho procedimiento, para la correcta planificación. Por esta razón, el objetivo general de este trabajo de investigación fue determinar mediante tomografías computarizadas de haz cónico los niveles óseos, volumen y altura vertical obtenidos luego de la aplicación de injertos con matriz ósea inorgánica de origen bovino, en procedimientos de levantamiento de seno maxilar con abordaje lateral, en pacientes adultos y de ambos sexos.

Los objetivos específicos fueron los siguientes:
• Determinar el volumen medio y la altura vertical final.
• Analizar si existe relación entre las variaciones de volumen y altura del reborde alveolar inicial.
• Determinar si existe relación entre el volumen y la altura vertical del reborde final.
• Analizar si existe relación entre la altura inicial del reborde alveolar y altura final.
• Analizar si existe relación entre las variaciones de volumen y altura vertical de los injertos con la cantidad de biomaterial utilizado.
• Analizar si existe relación entre las variaciones de volumen y altura vertical de los injertos con tamaño de las partículas del injerto.
• Analizar si existe relación entre las variaciones de volumen y altura vertical de los injertos con el género de los pacientes.
• Analizar si existe relación entre las variaciones de volumen y altura vertical de los injertos con la edad de los pacientes.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Durante el período febrero de 2011 a diciembre 2014 se estudiaron un total de 44 tomografías computarizadas de haz cónico (TCHC), obtenidas con el equipo Kodak 9000 C3D (Maxity, Córdoba, Argentina), de 22 pacientes adultos (rango edad: 34 a 69 años / promedio: 51 años), de ambos sexos (femenino n=13 y masculino n= 9). El punto de corte se tomó en base a la clasificación de la OMS donde refiere que personas mayores de 65 años se consideran ancianas[29]. Las 22 tomografías fueron prequirúrgicas y 22 posquirúrgicas luego de 6 meses de realizado el injerto óseo del seno maxilar por técnica de abordaje lateral sin colocación de implantes. Se utilizó como material de injerto una hidroxiapatita natural macroporosa de origen bovino Bio-Oss® (Geistlich Pharma, Wolhusen, Suiza) de partículas pequeñas (0,25-1 mm) o grandes (1-2 mm) y para el cierre de la ventana ósea, una membrana de colágeno de ganado porcino Bio-Gide® (Geistlich Pharma, Wolhusen, Suiza). Como instrumental quirúrgico de abordaje se empleo Ultrasurgery Woodpecker®. Del total de los pacientes intervenidos, solo en dos casos, durante el procedimiento de decolado de la membrana de Schneider, hubo una microperforación accidental.
La información fue recabada de las tomografías de los pacientes atendidos en la carrera de Especialización en Implantología Oral de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Córdoba y el Círculo Odontológico de Córdoba, Argentina.
El estudio se llevó a cabo respetando la ley 25.326 de Protección de datos personales, la ley 9.694 de la provincia de Córdoba (Argentina), y las guías de buenas Prácticas Clínicas de Investigación de ANMAT, así como los lineamientos de las pautas éticas internacionales para la investigación y experimentación biomédica en seres humanos (Declaración de Helsinki, 2008).
Se incluyeron en el estudio todas las tomografías de los pacientes que tuvieron un nivel residual de cresta alveolar menor de 5 mm en los cuales se planificó y realizó el procedimiento de relleno de seno maxilar.
En las TCHZ pre-quirúrgicas se procedió, en primera instancia, a medir en milímetros la altura vertical de la cresta ósea de los rebordes residuales de los senos neumatizados de los 22 pacientes, teniendo en cuenta el centro del reparo anatómico estudiado. La medición se tomó desde el borde del piso del seno al borde libre del reborde alveolar, en el plano coronal oblicuo (frontal), en el corte curvo (Figura 1).
En las TCHC posquirúrgicas a los 6 meses de las intervenciones, se realizaron tres mediciones siempre en el corte curvo. En el plano sagital se midió el largo del seno rellenado (Figura 2). A continuación, se procedió a medir en el mismo plano el punto medio del seno y se tomó dicho punto como referencia en el análisis en el plano frontal (Figura 3).
En el plano coronal oblicuo (Frontal) se obtuvieron las medidas del ancho y del alto (Figura 4).
El cálculo volumétrico utilizado en este estudio corresponde al de un paralelepípedo rectangular: Vol. (mm3) = x*y*z, o sea ancho x largo x alto (Figura 5).
Todos los cortes de las TCHC fueron a 200µm y las mediciones fueron realizadas por dos operadores.
Respecto de la cantidad de material injertado, los valores fueron suministrados por los mismos profesionales que practicaron las cirugías, y en todos los casos las cantidades fueron múltiplo de 0,5 g, con un rango de 0,5 g a 2 g por injerto. Los datos se tabularon en planillas para su posterior análisis.

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Los datos recolectados fueron sometidos al test de Student, Kruskal Wallis y Anova de una sola vía.

RESULTADOS

Todos los registros obtenidos se muestran en la Tabla 1.
En todos los casos se obtuvo una ganancia importante de hueso, siendo la altura final media de 10,85 mm y el volumen medio de injerto fue de 1.639 mm3.
No se encontraron diferencias significativas cuando se valoró el volumen de injerto de acuerdo con la altura inicial del reborde alveolar (p=0.313) (Tabla 2).
Se observó una distribución dispersa con una leve tendencia inversa disminuyendo el volumen y aumentando la altura inicial (Figura 6). Los volúmenes de los injertos fueron algo mayores en senos con rebordes iniciales delgados, sin diferencias estadísticamente significativa (C. de Pearson:-0.257; p=0.249, p>0.05).
Cuando se valoró la altura vertical final en relación con la altura inicial del reborde alveolar, no se encontraron diferencias significativas (p=0,552) (Tabla 3).
En la Figura 7, se observa que los valores de altura evidencian cierta dispersión, pero manteniéndose dentro de un rango de 7.5 mm a 15 mm, independientemente de los valores de reborde inicial. La correlación entre estas variables no resultó significativa estadísticamente (correlación de Pearson: -0.026; p=0.910, p>0.05).
Las dimensiones volumétricas de los injertos se diferenciaron significativamente de acuerdo con la altura del reborde alveolar final, resultando mayores los volúmenes de injerto cuanto más altos eran los rebordes (p<0.001) (Tabla 4).
Se observó una tendencia directa o positiva en donde el volumen aumenta al aumentar la altura del reborde final (Figura 8), verificándose una significativa correlación entre estas variables (correlación de Pearson: 0.825; p<0.01).
Al analizar las dimensiones volumétricas del injerto y la cantidad de biomaterial injertado, se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p=0,019) (Tabla 5). La correlación resultó significativa (correlación de Pearson: 0.610; p=0.003; p<0.01).
Se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la altura del reborde final y la cantidad de biomaterial injertado (p=0,013) (Tabla 6). La correlación resultó significativa (correlación de Pearson: 0.617; p=0.002; p=0.01).
El tamaño de las partículas no resultó ser un factor asociado significativamente al volumen del injerto (p=0.946) (Tabla 7).
El tamaño de las partículas no resultó ser un factor asociado significativamente a la altura del reborde final (p=0.763) (Tabla 8).
El volumen medio de injerto fue de 1.639 mm3, siendo los varones quienes registraron los mayores volúmenes (2.117mm3­­­ +/-630,0), respecto de las mujeres (1.308 mm3 +/-648,5) con diferencias estadísticamente significativas (p=0,009) (Figura 9 y Tabla 9).
La altura final media fue de 10,85 mm, siendo los varones quienes registraron las mayores alturas (12,14 mm ­­­+/-1,96), respecto de las mujeres (9,95 mm +/-1,55) con diferencias estadísticamente significativas (p=0,008) (Figura 10 y Tabla 10).
Las dimensiones del injerto en mm3 no se diferenciaron significativamente según la edad de los pacientes (p>0.05)
No se verificó correlación significativa entre la edad y el volumen injertado (Correlación de Spearman: p=0,724; p>0,05).
Las alturas de los rebordes finales no se diferenciaron significativamente según la edad de los pacientes (p>0.05)
No se verificó correlación significativa entre la edad y la altura final (Correlación de Spearman: p=0,313; p>0,05).

DISCUSIÓN

En el pasado, los implantes se colocaban en el maxilar superior sin modificar la topografía del seno maxilar[1]. En las décadas del 80 al 90, se despertó un creciente interés en la técnica de injerto sinusal[12-13-14].
En la actualidad, se dispone, como elemento de alta precisión diagnóstica en los tres planos del espacio, de las tomografías computadas, especialmente en la región posterior maxilar. Estas son una opción segura en la planificación del tratamiento de elevación de seno maxilar y contribuyen a una mayor previsibilidad del resultado del tratamiento final y en el mejor control del volumen óseo obtenido[30, 31]. Duong Hieu P., en una publicación con imágenes panorámicas en 2D sobre cambios de altura en injertos de seno maxilar, afirmaron que se necesitan estudios con imágenes en 3D, como las tomografías computarizadas o las resonancias magnéticas, dado que en los estudios de 3D se pueden observar los cambios en la altura del injerto y el volumen de seno maxilar con mayor precisión[32].
En este trabajo, a través del estudio tomográfico, se determinó un promedio de altura del reborde alveolar inicial de 3 mm y un promedio para el reborde final de 12,14 mm ­­­de altura, luego del relleno de seno maxilar, En comparación con los publicados por Ji-Young y col., quienes reportaron una media de altura del seno original de 4,3 mm y una media de altura del seno aumentada de 13,4 mm después de la cirugía[2].
Sánchez Recio C. y col. publicaron, de 26 elevaciones de seno maxilar, un promedio de altura del hueso antes de la intervención de 3,5 mm (escala de 0,6- 8,7 mm) y una altura media de hueso posquirúrgica de 10,8 mm (escala 7.5- 15.6 mm). El promedio de ganancia de hueso observado fue de 7,2 mm (rango de 2.5 a 11.7 mm[18]. Takahiro K. y col. obtuvieron alturas medias de hueso alveolar aumentada, previo a la colocación del implante de 13,7 mm (rango 11,7-15,3 mm) para casos bilaterales y 12,9 mm (rango 11,7-14,1 mm) para casos unilaterales en sectores posteriores de maxilares severamente atróficos, midiendo desde la cresta alveolar al suelo del seno maxilar con tomografías axiales computadas. Con respecto a las mediciones de los volúmenes de los injertos óseos, se confirma que los procedimientos de obtención de datos en este estudio son coincidentes con la metodología empleada de Takahiro y colaboradores [33].
Krennmair G. y col. afirmaron que para lograr una altura del suelo del seno de 12 mm, era necesario para aumentar la altura en una media de 7,2 +/- 2,1 mm (rango, 3,0 a 10,5 mm), dependiendo de la altura del reborde residual; para alcanzar una altura de 17 mm, una media de 12,4 mm, se requería 2,0 mm (rango, 8,5 a 15,5 mm). El volumen de aumento calculado para una altura de aumento de 12 mm fue de 1,7 +/- 9 cm3; para una altura de aumento de 17 mm, el volumen requerido fue de 3,6 +/- 1,5 cm3. El aumento de la altura de la elevación de seno por 5 mm, es decir, desde 12 mm a 17 mm de altura de aumento, aumentado el volumen de aumento de un 100% [34].
Cordaro L. y col. estudiaron 23 senos con injertos de hueso bovino inorgánico examinándolos a los 240 días y observaron un estrecho contacto de hueso nuevo con las partículas de injerto independientemente de tamaño de partículas [35].
Ji Young y col. emplearon injertos en levantamiento de piso de seno con apertura lateral cuyos tamaños de partículas fueron de 0.5-1.0 mm y 1.0-2.0 mm[2].
Existen cambios anátomo-morfológicos del seno maxilar en relación con el sexo y la edad, tanto en pacientes dentados como desdentados, presentando el sexo masculino volúmenes y dimensiones mayores que en sexo femenino, además de que tienden a reducir su tamaño con la edad avanzada[36].
Todos los procedimientos quirúrgicos de injertos en este estudio fueron realizados con una hidroxiapatita natural macroporosa de origen bovino (Bio-Oss). La literatura informa altas tasas de éxitos cuando se emplean en los procedimientos de elevación de seno maxilar con apertura lateral. Este biomaterial posee propiedades osteoconductivas y características fisicoquímicas comparables con la matriz mineralizada del hueso humano. Traini T. y colaboradores analizaron datos histomorfométricos después de 9 años de realizada la cirugía, en un caso de aumento de seno maxilar utilizando Bio-Oss. Observaron el patrón de tejido compuesto por partículas residuales de hueso bovino en estrecho contacto con el hueso recién formado. La mineralización de la matriz ósea tenía fibras de colágeno al azar orientadas y osteocitos incrustados. Los resultados demostraron un alto nivel de osteoconductividad y un “comportamiento biomimético” en el largo plazo[37].
Esfahanizadeh N. y col. realizaron injertos con Bio-Oss y después de un período de curación de aproximadamente 10 meses, realizaron biopsias del hueso crestal alveolar. Obtuvieron hueso nuevo en contacto directo con el biomaterial sin espacios. Este hueso viable consistía en lagunas que contienen osteocitos con infiltración de células inflamatorias[38].También, Liu Y. y col. afirmaron que el uso de Bio-Oss, como único injerto, es fiable y puede conducir a la formación de hueso con resultados clínicos satisfactorios[39]. Sartori S. y col. reportaron en un estudio histológico a los ocho meses tras la cirugía una cantidad media de tejido óseo (incluyendo espacios medulares) de 29.8% y 70.2 de Bio-Oss. A los dos años, el tejido óseo se incrementó hasta un 69.7% y a los 10 años encontraron del 86.7% de tejido óseo. Concluyen que existe una tendencia creciente altamente significativa en la formación ósea asociada con la reabsorción de Bio-Oss [40].
Valentini P. y col. reportaron que la densidad de hueso que se produce con el injerto de Bio-Oss no disminuye las capacidades adaptativas del nuevo hueso para dar lugar a la osteointegración sobre la superficie del implante[41].
En relación a la influencia del tamaño de las partículas del material de relleno, Cassini y col[42] mostraron que no existía diferencia significativa en los resultados al utilizar partículas pequeñas o grades de Bio-Oss. El presente trabajo mostro similares resultados.
Se podría decir entonces que los procedimientos de injerto de seno maxilar con Bio-Oss son una alternativa quirúrgica confiable y probada que conlleva a la neoformación ósea, permitiendo una adecuada ganancia de tejido óseo en altura y volumen, para luego realizar una planificación adecuada y la colocación de implantes en zonas posteriores del maxilar superior.

CONCLUSIÓN

Las mediciones volumétricas y la altura final de los injertos mostraron considerables aumentos en relación con el reborde inicial, encontrando en los varones los mayores valores. La altura inicial del reborde, el tamaño de las partículas utilizadas y la edad no influyeron significativamente, pero sí lo hicieron la cantidad de material utilizado y el género de los pacientes tratados.

 

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a Luis Crohare ABO, Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, por la colaboración relacionada al análisis estadístico.

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Recibido: 18/04/2018 – Aceptado: 28/05/2018